Suegro en casa

Hoy llegó mi suegro desde Caleta Olivia, lugar donde vive hace casi seis años y donde además están viviendo mi cuñada y su familia.

Tamaño acontecimiento merecía un comentario en el blog y por supuesto, una foto!.

Desde que Fabián y yo estamos casados, Carlos nos ha visitado tan sólo cuatro veces (contando esta). Y... jajaja... no, no es la nuera la causa de sus distanciadas visitas.. :-)

La culpable de que ni él ni los demás vengan seguido y de que nosotros no podamos ir a visitarlos tan seguido como quisieramos, es la enooorme distancia que hay entre Caleta y Buenos Aires: 1.800 km.

Como verán, vivir en el mismo país no garantiza poder verse con frecuencia. En casos como el nuestro, la distancia entre una ciudad y otra es tan grande y los compromisos laborales tan estrictos, que se hace imposible verse más de una o dos veces al año.

Ver que nos pasa ésto con ellos que se encuentran en Argentina, a veces me sirve para sacudirme la fantasía de que si viviese al menos en el mismo país que los míos, los podría ver con mayor frecuencia.

Está claro que no es así. Que el trabajo, el dinero, la falta de tiempo, y quizás la tranquilidad de saber que están lejos pero al "alcance de la mano" hace que uno vaya postergando los encuentros.

Qué se yo... quizás es sólo una idea en la que me apoyo cuando siento que extraño mucho o quizás sea pura cháchara o quizás ya me fuí por la tangente... no lo sé... jeje. Lo que sí sé es que no quería hablar de la distancia sino más bien de la cercanía, así que los dejo con esta foto de Fabi y su papi JUNTOS.

Besos y hasta otro post,

Jenny