Vacaciones

Se acercan las ansiadas vacaciones y no, no nos vamos a París como dice el sello de la maleta... :-) peeero... cada vez falta menos y la emoción ya me empieza a atacar de a ratos. Cuando estoy en el trabajo, cuando estoy en casa, cuando voy en el auto, en cualquier momento, sea lo que esté haciendo, de la nada me ataca la idea de que pronto estaré haciendo algo que me gusta, disfrutando de algo que anhelé durante varios meses (once para ser exactos) y me agarran unas ganas locas de pegar un grito tan fuerte que si me diese rienda suelta, podría matar a alguien del susto... Me emociono.

Además -y este es uno de los "positivos efectos pre y post vacacionales"- me he dado cuenta que cuando ya tenemos el destino y la fecha definidos, aunque falte mucho para partir, todo o casi todo lo que pueda suceder en un mal día laboral (que siempre, por más nice que sea el trabajo, los hay) se depura mucho más rápidamente.
En mi caso, esa clase de días tengo pensamientos de los más diversos, algunos extremos no aptos para contar en un blog..., sin embargo; lo que hago generalmente es evocar la idea de que pronto estaré de vacaciones y casi magicamente todo toma otro color. Digamos que me olvido del mundo y me tiro panza arriba a imaginar qué cosas voy a hacer, qué voy a comer, cuánto voy a dormir, etc, etc... ojo a veces no funciona al toque, pero al rato sí.
Ahora bien, el dilema se me presenta cuando cuando falta mucho para tomármelas o cuando hace mucho que me las tomé... ahí no me queda otra que poner actitud nomás y evocar los planes a mediano y largo plazo... entre ellos: las próximas vacaciones!!...

Bueno, será hasta la próxima cuando tenga algo más interesante para contar. Por lo pronto me voy a programar día por día mis bien merecidas vacaciones, yupi!