
A principios de septiembre, aunque la temperatura no supere los 15ºC, es común ver a los más fanáticos, tirados en el pasto o las bancas de las plazas, tomando sol.
Ya más entrado el calorsito, aquellos que no pueden escaparse un fin de semana entero hacia las costas bonaerenses (a unos 350km las más cercanas y pasables) se arman del kit “plaZero” y se comportan en las plazas, tal cual lo harían en una playa.
En el centro de la ciudad, se pueden ver incluso oficinistas hombres que en su hora de almuerzo se sacan la camisa y se recuestan sobre el saco, recontra fanáticos.
Justamente, una de las cosas que me resultaron llamativas cuando vine a vivir a Buenos Aires fue esa especie de enamoramiento cuasi obsesivo que tienen varios porteños con el sol (otra fue la cantidad de fumadores que había).
Recuerdo que llegamos un cinco de febrero (pleno verano con temperaturas de 30ºC en promedio) y grande fue nuestra sorpresa cuando pasamos por la Av. Del Libertador y vimos gente de todas las edades, tomando sol en los parques aledaños.
Mi hermano, que en esa época era un puber, iba a los cabezasos limpios como esos tajadores/sacapuntas articulados de antes.. jaja. No podía creer lo que veían sus ojos: chicas lindas en bikini tiradas en un parque tomando sol!!. El paraiso ☺
En Perú jamás habíamos visto algo así. Allá el sol se tomaba en la playa, en la piscina o a lo sumo en el jardín de tu casa, punto. No sé si sigue siendo así, pero en su momento, eso de encontrar gente en ropa de baño, con bronceador, sillitas reclinables, toallón, equipo “matero” y demás implementos playeros sobre el pasto de las plazas, era para nosotros un paisaje casi surrealista al que, yo que fuí la única de la familia que se quedó a vivir aquí, he intentado acostumbrarme pero sin éxito.
No sé, me da un poco de vergüenza y otro pocotón de incomodidad. Eso de achicharrarte por horas y no poder refrescarte en el momento que quieras, no es para mí. Lo he intentado algunas veces, pero la verdad que me convierto en una aguafiestas porque no pasa mucho rato y ya quiero irme.
Y ni qué decir del hecho de agarrar color… para qué quiero más, por favor!! jojo
Besos!