miércoles, enero 28, 2009

Perfecto

Les pasa a veces que se despiertan con un pensamiento instalado en la mente?. No me refiero al recuerdo del sueño que tuvieron mientras dormían, tampoco a algo que deben hacer ese día, sino a algo que aparece de la nada, de pronto; sin que uno sepa por qué o para qué se le vino eso a la mente.
Bueno, a mi me pasa a veces como esta mañana que me desperté pensando en cuánto más tranquil@ podría vivir un@ si fuese menos perfeccionista en algunas áreas de la vida.

Hoy me tocó viajar sola en el auto, así que camino al trabajo seguí reflexionando un poco al respecto. Ya saben… pensando un poco en los pros y contras de ser así.
Me preguntaba si se es así y punto o si se se puede ser perfeccionista selectivo, digamos sólo en algunas situaciones y en otras no (me inclino por la segunda). Todas mis respuestas fueron subjetivas, claro. Quién podría ser objetivo con las cosas que tienen que ver consigo mismo? ☺

Bien pues, en el transcurso de la mañana cuando tuve un ratito libre en el trabajo, abrí la ventana (hice doble click en el navegador de internet) y leí un poco de aquí y de allá. De las primeras cosas que ví me quedó esta como para darle forma a ese pensamiento:

“Los perfeccionistas tienen tendencia a ser especialmente sensibles a las exigencias, reales o imaginarias, que se les hace o se hacen ellos mismos.
A veces convierten sus propios deseos en deberes. Desde el momento en que se es un perfeccionista exigente, el "quiero" se convierte en "debo", el deseo es reemplazado por la obligación. Si la persona se siente bajo una intensa presión (tanto interna como externa) de actuar e intenta motivarse con "debería" o "tendría que", se cree obligada a llevar a cabo cualquier actividad y además finalizarla. Aún cuando sea una tarea que inicialmente pueda producir placer, el pensar que debe llevarla a cabo la transforma en obligación y eso elimina la opción de todo individuo a elegir libremente. Esto provoca al perfeccionista la sensación de tener una carga encima que puede producir tensión, sentimientos de culpabilidad, resentimiento y numerosos problemas más".

Estoy segura de que todos nos identificamos un poco con esta descripción. No digo que todo el tiempo y en todos los ámbitos, pero con seguridad en algunas cosas nos manejamos regidos por esa vocecita interna que nos dice que todavía podemos dar más… Y tengo más preguntas sobre lo mismo: qué delgadita es la línea que divide las cosas que debemos hacer de aquellas que creemos que debemos hacer, no?. Y por otro lado, es lo mismo ser exigente que perfeccionista?

Bueno.… no soy adepta a los extremos (como para definir si es bueno o malo ser perfeccionista) así que, en el momento en que me aburrí de filosofar sobre esto, recurrí al simple y popularmente sabio refrán que dice que “esta bien culantro/cilantro, pero no tanto”. Ustedes qué creen?

Hasta pronto!


PD: sorry por la derivada y para quienes no me conocen, aclaro que no consumo sustancias alucinógenas o parecidos... Soy así nomás. Qué le hago?...no soy perfecta.. ;-)


2 comentarios:

Eleonora dijo...

jENNY, COMO SE NOTA QUE HAS ESTUDIADO COMUNICACION SOCIAL!! UNA GENIA!! UNA PERIODISTA NENA!! ME ENCANTAN TUS ARTICULOS Y TU MIRADA SOBRE LAS COSAS DE LA VIDA.COMO ANDAN POR ALLI??BESOS,ELO

J y F dijo...

Hola Elo, qué lindo saber de ti!
Gracias por semejante comentario!!! jajaja
Me encanta la idea de que te des una vuelta por aquí de vez en cuando. Es una manera de estar conectados y eso es siempre lindo.
Te mando un besote y otros dos para Valen y Augus.
Esperamos verlos pronto!
Jenny

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